Existen muchas dudas y errores en cuanto al tratamiento y mantenimiento de los suelos de mármol y terrazo; es por esto que su durabilidad, belleza natural y brillo se van perdiendo.
En estos casos, cuando los tratamientos de limpieza o el paso del tiempo van opacando el color y brillo de nuestros suelos, existen métodos y productos para un adecuado pulido y cristalizado que no deterioran la superficie, sino que reavivan la belleza de los materiales.
Abrillantado de suelos
Generalmente, para el abrillantado de mármol y terrazo se usan rotativas con lana de acero; en el caso del mármol, esta lana debe ser fina y gruesa para el terrazo, junto con un producto químico adecuado como un abrillantador o ceras.
Cuando las lanas de acero esparcen estos productos químicos por la superficie, se obtiene una reacción de cristalización de sales que logran el efecto de brillo y dan un acabado elegante.
Este procedimiento agrega durabilidad a la superficie, sin embargo, se deben tener cuidados en su limpieza retirando el polvo mediante escobas o aspiradoras y usando pequeñas cantidades de detergentes neutros.
Cristalizado de suelos
Se debe tener en cuenta que el procedimiento de cristalización es diferente en suelos ya tratados y suelos nuevos.
Cuando el trabajo se realiza en superficies tratadas con anterioridad, el sistema varía según la necesidad, es decir, hay algunos suelos que necesitan decapado (eliminar impurezas o manchas) y limpieza de restos de ceras, cristalizados o suciedad; hay otros que necesitan mantenimiento ya sea por pérdida de brillo o color; y hay otros, especialmente en grandes superficies, que están desgastados y requieren el uso de discos de diamante utilizando tres granos diferentes, desde el más grueso hasta el más fino, con el fin de abrir el poro, limpiar y rebajar las irregularidades. Cualquiera de estos tres trabajos finalizan con la aplicación del cristalizador adecuado.