¿Alguna vez imaginó la construcción de una casa completa en 3 horas?
Aunque en sus inicios, la impresión 3D era usada para crear prototipos de ingeniería, diseño o arquitectura, desde hace algunos años se ha expandido al mundo inmobiliario.
Pese al escepticismo con respecto a la viabilidad de imprimir grandes estructuras, lo que hace pocos años parecía ciencia ficción, hoy se convierte en una realidad.
Pero, ¿cómo sucedió?
Arquitectos alrededor del mundo, comenzaron hace algunos años a transformar la manera en la que están hechos los edificios a través de los sorprendentes avances tecnológicos.
En enero de 2013, por ejemplo, el estudio holandés Universe Architecture, diseñó una casa de dos plantas en forma de bucle, impresa en el sitio con un proceso de inyección utilizando una mezcla de arena y un agente de unión química para crear un material similar a la piedra.
Poco después, se creó el Protohouse 2.0, el prototipo de una vivienda de una sola planta impresa con plástico.
Hoy, la empresa china ZhuoDa fabrica módulos con impresoras 3D para levantar casas hasta de 2 pisos, a prueba de incendios y terremotos de gran magnitud, en menos de 3 horas.
Estos módulos impresos a partir de residuos agrícolas e industriales, hacen que hoy sea posible habitar en una vivienda segura y ecológica construida en tiempo record, ya que, desde el momento de impresión en la fábrica, hasta el momento de ensamblaje de los módulos en el lugar indicado, se tardan 10 días.
Aunque hace un tiempo los materiales para imprimir grandes estructuras representaban un gran costo monetario, hoy estas estructuras son muy económicas y pueden llegar a tener una vida útil superior a los 150 años.