En Pittsburgh, Pennsylvania, un contratista realizó un trabajo único y desafiante que consistió en el corte de 254 metros cuadrados de concreto con hilo de diamante y la eliminación de las secciones cortadas, cada una con un peso aproximado de 26.000 libras.
Las aguas residuales de Pittsburgh llegan a un pozo ubicado en la Autoridad Sanitaria del Condado de Allegheny (Alcosan). Este pozo de forma cilíndrica, ubicado dentro de otro cilindro más grande que alberga diversos servicios eléctricos, tuberías y un ascensor de acceso, mide aproximadamente 1,2 metros de diámetro y 36 metros de profundidad.
Una reconversión programada de equipos dentro del pozo implicó el corte preciso de una gran pieza de concreto para la que se utilizaron técnicas de corte con hilo de diamante.
En la parte inferior del pozo, se ubicaban seis líneas de distribución separadas de cerca de 1 metro de diámetro. Cada línea se encarga de transportar las aguas residuales a un ritmo de 128.000 galones por minuto.
Para empujar el agua residual hasta las líneas verticales de 36 metros de altura, el pozo cuenta con seis bombas de transferencia de 2.000 caballos de fuerza las cuales están incrustadas en el concreto en la parte inferior del pozo con el fin de mitigar cualquier movimiento de éstas durante su funcionamiento. Una de las bombas había llegado al final de su vida útil y fue programado su reemplazo. Esto significaba que los equipos de plomería existentes debían ser removidos también.
La nueva bomba requería la remoción de la tubería existente y un espacio adecuado para el nuevo sistema de plomería. El nuevo hueco era de 3 metros de largo, 4 metros de ancho y 2,4 metros de profundidad.
La sustitución de esta bomba fue programada para ser realizada en dos semanas, así que los contratistas principales comenzaron la búsqueda de un contratista de corte especializado para realizar las reformas necesarias. Al pensar en un método rentable y rápido de corte para poder responder con los tiempos de entrega, optaron por la utilización de herramientas de diamante.
Antes de que la planta dejara de funcionar para llevar a cabo las reformas, el contratista general tuvo una semana completa para las tareas de demolición y remoción de las estructuras de plomería de apoyo. Cuando las bombas fueron apagadas, el primer trabajo de corte consistió en la perforación de la base a la que se le realizaron 12 orificios de acceso para cables y poleas.
Los operadores perforaron agujeros de cerca de 22 centímetros de diámetro de 2 metros de profundidad, dos agujeros de 10 centímetros de diámetro y 4 metros de profundidad y dos agujeros de 5 centímetros de diámetro y 1,2 metros de profundidad. Para este trabajo se emplearon dos operadores, quienes trabajaron 50 horas con dos taladros de base DD350 de Hilti equipados con brocas de diamante.
Cuando los trabajos de perforación terminaron, comenzó el corte con hilo con una sierra hidráulica de alambre Husqvarna 2512. El primer corte se realizó de forma vertical y tuvo 3 metros de largo y 2,4 metros de profundidad. Luego se hicieron una serie de cortes longitudinales y transversales para crear secciones de 26.000 libras cada una.
Con todo el trabajo de corte con hilo completado, se comenzaron a extraer las piezas con una grúa.
Gracias a la utilización de herramientas y equipos de diamante, el contratista pudo mantener los tiempos establecidos garantizando la integridad de la estructura original.