Un miembro de la Concrete Sawing & Drilling Association cortó y retiró aproximadamente 45.000 kilos de concreto como parte de un proyecto de renovación de dos fases en un planetario de Chicago, en el que se invirtieron 5.2 millones de dólares.
El trabajo consistió en la creación de varias aberturas de 2,8 metros de altura y 35 centímetros de grosor en el observatorio, el cual tenía un acabado de concreto rastrillado.
Dichas tareas precisas de corte y remoción dentro del edificio sirvieron para transformarlo en una atracción turística moderna.
El Observatorio de Doane fue abierto en 1977 en el Planetario Adler a orillas del lago Michigan. Tiene el mayor telescopio de apertura a disposición del público en el área de Chicago. Con su espejo de 50 centímetros de diámetro, el Doane puede reunir a más de 5.000 veces más luz que el ojo humano a simple vista, lo que permite a la gente a ver los objetos celestes como la Luna, los planetas, las estrellas y las galaxias a miles de millones de kilómetros de distancia. Como un centro de observación activo frente al lago, el Observatorio de Doane es exclusivo de Chicago y Estados Unidos.
A través de una transformación de múltiples fases, el Planetario Adler incorporó plazas totalmente accesibles, ideales para la observación en el día y la noche, así como para eventos especiales.
Un contratista especializado se encargó de cortar cuatro ventanas y dos de los accesos al observatorio, en el muro de concreto de cerca de 36 centímetros de grosor. Las aberturas de las ventanas midieron 3 metros de altura y cerca de 1 metro de ancho, mientras que las aberturas de las puertas eran de la misma altura, pero de 1,8 de ancho.
Una pared interior de concreto de 20,3 centímetros de grosor formaba un espacio hueco 3,6 metros de alto y 3,6 de diámetro en el centro del edificio. La mitad de la circunferencia de esta pared interna, la cual no había sido tocada en más de 38 años, debía ser completamente cortada y eliminada como parte de la renovación del edificio, permitiendo que el espacio en el centro pudiera ser utilizado. Era crucial que la parte superior de la estructura, donde descansaba el telescopio, no estuviera en funcionamiento durante el trabajo.
El contratista general, Troop Contracting de Willowbrook, Illinois, comenzó una búsqueda para encontrar un contratista de corte especializado para hacer el trabajo.
Cuando visitaron el sitio, se dieron cuenta de que el espacio interior siempre había sido inaccesible para el personal, ya que básicamente era una pared cerrada de 6 metros de altura que sostenía el telescopio en el nivel superior.
Se retiró el corazón de la estructura con una broca de 12 centímetros de diámetro con una penetración ciega para crear una abertura de acceso inicial. Esto permitió inspeccionar el interior de la estructura y verificar la ausencia de agua o gases antes del corte. Afortunadamente, la zona estaba libre de humos y no tenía signos de estar comprometida con agua.
Todos los cortes tuvieron que ser lisos, limpios y precisos, ya que serían parte del producto terminado. Teniendo en cuenta estos requisitos, y la condición de que la sección del edificio en la que se encontraba el telescopio no debía ser perturbada, el uso de herramientas diamantadas para cortar el concreto era el método más adecuado. Las aberturas fueron creadas con un mínimo de ruido y vibraciones.