Pasar a una visión artística de cualquier material es un desafío, y aún más, si se trata de un material tan complejo, delicado y reflexivo como el cristal; sin embargo, son estos desafíos los que hacen que la fabricación del vidrio, como forma de arte, sea un trabajo lucrativo para muchos.
Las crecientes complejidades de la fabricación de vidrio y demandas de diseños innovadores y únicos, continúan fomentando la creatividad y promoviendo una cultura de la exploración y el aprendizaje en este campo. A pesar de las dificultades inherentes al trabajar vidrio arquitectónico como medio artístico, los fabricantes se están sumergiendo más en el área de la creatividad y el diseño para suplir la creciente demanda del mismo, ya que, tanto propietarios como arquitectos buscan dar un factor especial a los espacios interiores con este material.
El arte en vidrio a menudo se integra en la arquitectura interior mediante aplicaciones en paredes cortina, paredes móviles, puertas, sistemas de barandas, barandillas, telones de fondo en las recepciones, pantallas de privacidad, entre otros; actualmente, ha crecido mucho el mercado para su uso en obras públicas y proyectos de salud, en donde se permiten grandes piezas que aportan, tanto un valor estético como un papel funcional.
Uno de los beneficios más notables de la fabricación de arte en vidrio es la rentabilidad. Una pieza de vidrio más trabajada y con más valor añadido puede dejar mayores márgenes de ganancia para los fabricantes.
Igualmente, la implementación de nuevas técnicas, tecnologías y herramientas para el trabajo de vidrio artístico, puede llegar a facilitar su fabricación, reducir costos, aumentar la productividad y mejorar la calidad del trabajo final, ofreciendo así un mejor producto para el cliente.